Quizas

Quizás tan solo me enseñaste,
Que el amor es un delicado brebaje,
Tan dulce como el azúcar
Y a la ves tan amargo como la hiel,
Que va embriagando al corazón,
Haciéndolo adicto a tus miradas, y a tu cariño,
Adicto a tu piel, y a tus besos.

Quizás,
Tan solo me enseñaste
Que el amor tiene un agrio precio,
Y muchas otras veces un castigo,
Que por la culpa y necedad de quererte tanto,
Ahora estoy solo, llorando y sufriendo.

Quizás,
Tan solo me enseñaste,
Que por eso no ahí que amar a una persona tanto
Para soportar como ahora, tu olvido y tus desprecios.

Quizás algún día,
Con los meses, horas, años y tiempo
Podré curarme, aunque no olvidarte y así despertar,
Tan solo recordándote como un sueño.