Te marchas...
Y no puedo hacer nada, no puedo impedírtelo.
Me siento por ello excesivamente impotente, porqué no consigo retenerte a mi lado,
Y aunque busco algún motivo irrefutable, no logro encontrarlo.
No quiero causarte contrariedades, no quiero ser egoísta, no puedo implorar que permanezcas aquí, no debo colarme en tu vida, ni exigir que me quieras, que me ames, que me poseas como tu sólo sabes hacer, que me entregues tu alma, que me hagas disfrutar de tus pasiones, que me brindes tus intimidades, que me hagas el amor con tus palabras.
Sencillamente no tengo derecho,
Aunque sea lo que mas codicio en éste instante.
Me sentiré vacío cuando lo hagas,
y acariciare tu rostro lejano,
amaré tu piel atrapada en mis manos,
lacrada en mí pecho,
te cederé la mía sin obtener permuta,
besaré tus labios ausentes,
te soñaré despierto cada noche,
y te añoraré adormecido por la mañana.
Quemaré mis últimas balas y me expondré a tu recuerdo inoportuno,
que golpeará incesante en mi mente,
celaré tu voz en mis sentidos,
la reservaré únicamente para mí,
muy cerca de mi corazón,
aunada a mí esencia,
y perdurará allí para siempre más,
la guardaré,
aunque no me pertenezca,
junto a tantas otras cosas que me quedo de ti..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario